La invención de Satoshi Nakamoto es también práctica para un problema en la distribución del cómputo, conocido como “Problema Bizantinos General”. En resumen, el problema consiste en tratar de lograr acordar en el curso de acción el estado de un sistema intercambiando información sobre una red potencialmente comprometida e insegura. La solución de Nakamoto, utiliza el concepto de prueba de trabajo para lograr un consenso sin una autoridad central, representa un punto de ruptura en el computo distribuido y tiene una amplia aplicación más allá de las criptodivisas. Puede ser utilizada para lograr un concepto en la descentralización de redes para probar la equidad en las elecciones, loterías, registros activos, notaría digital y mucho más.